Motos Custom en Argentina: La Brecha entre China y Japón, y el Desafío de Mantenerlas

¡Buenas, locos por las motos! Acá, su amigo motero argentino, con algunas reflexiones que nos tocan de cerca a los que amamos el estilo custom y nos vemos un poco limitados en nuestras opciones por estas pampas. Es una realidad que en nuestro país la variedad de motos custom es bastante acotada, y eso se siente. Si uno busca algo distinto, que se salga del molde de la naked o la deportiva, la cosa se complica. Tenemos un salto enorme entre lo que ofrece el mercado de origen chino y lo que viene de Japón, y en el medio, un vacío que nos deja con gusto a poco a los que soñamos con una moto con personalidad propia, pero que no nos deje en la bancarrota.

El tema es que, si bien las motos chinas han democratizado el acceso a las dos ruedas y han permitido a muchos iniciarse en este mundo, cuando hablamos de custom, la oferta es muy básica. Son motos que cumplen, sí, pero que rara vez despiertan esa chispa que uno busca en una máquina con alma. Y si queremos dar el salto a algo de mayor calidad y prestaciones, nos encontramos directamente con las japonesas, que son un sueño, pero que para la mayoría de los bolsillos argentinos se vuelven inalcanzables. No hay un escalón intermedio que nos permita progresar dentro del estilo custom sin hipotecar un riñón. Esto hace que muchos terminen conformándose con lo que hay, o esperando años para poder acceder a ese modelo que realmente los enamora.

Y ahí es donde la calidad marca una diferencia abismal. Las motos japonesas son sinónimo de confiabilidad, durabilidad y un estándar de ingeniería que está a años luz de lo que suelen ofrecer las de origen chino. Desde la robustez del motor, pasando por la calidad de los materiales, la terminación de los detalles, y la performance general, una moto japonesa se siente y se comporta de otra manera. No es solo una cuestión de marca, es una inversión en tranquilidad y disfrute. Entendemos que los costos de importación y la economía general de nuestro país influyen, pero ojalá en algún momento se encuentre la forma de acercar esa calidad y esa diversidad al motero argentino que busca ir más allá de lo convencional y sentir el verdadero espíritu custom en cada kilómetro.

La Odisea del Mecánico Especializado

Y si ya de por sí la compra es un tema, el calvario no termina ahí. Una vez que tenés tu japonesa, empieza otra odisea: encontrar un buen mecánico y si te se rompe, repuestos!. Es increíble lo caro y difícil que se hace dar con alguien que realmente le meta mano a estas máquinas con el conocimiento y la dedicación que se merecen, sin que te arranque la cabeza. Pareciera que los que saben de verdad son pocos y cotizan en bolsa. Muchas veces te encontrás con talleres que les escapan a las japonesas, o directamente te cobran fortunas porque saben que no hay muchas opciones. Y ni hablar del momento de encontrar repuestos de motor, que generalmente tienen que ser comprados en el exterior o si tenes la suerte de encontrar de manera local te arrancan la cabeza… Esto es un factor más que nos frena a la hora de animarnos a una moto de mayor gama, porque la mantención se vuelve un lujo. ¡Espero que esto cambie algún día y podamos disfrutar de nuestras motos sin tantos dolores de cabeza! ¡Nos vemos en la ruta!

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